Basada en la adaptación al cine de una de las obras más complejas del dramaturgo Sergi Belbel –titulada simplemente Morir–, la película aborda siete historias, proponiendo dos finales distintos para cada una de ellas. La primera parte de la película plantea historias variadas que siempre terminan con la muerte de sus protagonistas: un director de cine que quiere salir de su bache creativo, un heroinómano que no se resiste al caballo, una niña que se ahoga con los huesos del pollo, un enfermo que no alcanza el botón de alarma del hospital, una histérica que se atiborra con pastillas y Agua del Carmen, un joven motorista atropellado por la policía y un ejecutivo víctima de un asesino a sueldo. En cambio, en la segunda parte (“No morir”), las siete historias se encadenan, en clave de humor, en una sola, sin que nadie muera y con todos los personajes relacionados entre sí.
“Morir (o no)” es la cuarta obra teatral que Pons convierte en un film. En el año 2000 obtuvo en el Festival de Troya el Premio al Mejor Guion y también se hizo con el Premio de la Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual (OCIC).
Durante el proceso creativo de la película, el director fue testigo de la quebradiza línea entre la vida y la muerte, al recibir un balazo que no iba dirigido a él, pero que casi lo mata.