La decisión de Anne, sinopsis
La decisión de Anne trata sobre una modesta pero sólida historia familiar en la que se debate la problemática de una niña enferma terminal de cáncer.
Este argumento sirve para ofrecer una reflexión sobre el alcance de determinadas decisiones sobre la vida tanto en el sentido humanista como ético.
La decisión de Anne nos invita a evocar el contraste entre un presente forzadamente animoso y un probable futuro trágico.
Una relación complicada
La película trata sobre una niña, Anne de once años que busca los servicios de un abogado para denunciar a sus padres porque considera que están abusando de ella.
Y es que quieren que Anne done un riñón a su hermana Kate, enferma de lucemia.
Las películas sobre enfermos de cáncer en su argumento inevitablemente despiertan sospechas.
Pero Nick Cassavetes es un director cuyo apellido es una garantía de calidad por sus trabajos y también por ser hijo de la principal figura de la historia del cine independiente norteamericano: John Cassavetes.
Nick Cassavetes adaptó en esta película la novela de Jodi Picoult “La Decisión Más Difícil” aunque cambió el significado de la historia alterando la conclusión ideada por Picoult, quién en medio de un triste drama familiar introducía una resolución con ironía e incluso humor negro que en la película desaparece por completo.
La decisión de Anne es una película que nos muestra la manera en cómo afecta a una familia que uno de sus miembros, especialmente, una niña en este caso, sufra de un cáncer determinado como terminal.
A veces la película da la impresión que es un rompecabezas ya que da saltos en el tiempo, pero a su vez este recurso le da amenidad.
Conforme la película avanza, se ve como la joven enferma asume su realidad y también como se armonizan las relaciones entre los miembros de la familia.
Por tanto, La decisión de Anne es un film que es una invitación al debate ético sobre los medios y fines de la ingeniería genética y la medicina experimental dentro de un clima creciente de sufrimiento, sacrificio, lucha y resignación.
La vida humana es algo más que la dificultad y la importancia de la decisión personal sobre el propio destino, dentro de un estado mental lúcido, es fundamental.
Esta película es también una crítica a los límites de los organismos sanitarios implicados en casos extremos donde se flanquea la frontera entre la vida y la muerte.
Preguntas y respuestas
La decisión de Anne está más en función de hacer preguntas que de dar respuestas o verter sermones morales:
- ¿Qué tan lejos se debe llegar en la lucha médica para preservar la vida?
- ¿Qué es sacrificable de la vida en función de la vida misma?
- ¿Si el amor ciega pero también da fuerza, dónde está la frontera entre lo uno y lo otro y cómo se identifica?
- ¿Y cuando no se trata de una contienda entre enemigos, sino de una familia que se ama profundamente, cómo solucionar las posiciones irreconciliables?
Así estas preguntas planteadas casi como un subtexto, en realidad más que preguntas son líneas de reflexión que cruzan todo el relato.
Una película con pautas claras
Mientras, en el argumento, somos testigos de una historia que no evita el humor, la fábula o el romance adolescente.
La historia y la propia dirección avanzan pues de una forma singular que al final se remata con un sorprendente giro que le da una perspectiva completamente distinta al problema por lo que trasciende a la visión que nos han aportado los personajes.
Un modesta pero sólida historia que es capaz de poner en juego diversos elementos, tanto en sus recursos cinematográficos como en las ideas que plantea y desarrolla.
Una historia que nos ofrece la complejidad en el tema del proceso de la enfermedad terminal de la niña.
En este sentido la denuncia inicial de la hermana no es más que una excusa para dar impulso a la narración.