La historia está ambientada en una época de paz, en la que los samuráis se quedaron sin trabajo (y por tanto sin dinero) y se presentaban en las casas de los señores feudales pidiéndoles permiso para practicarse el hara-kiri y así morir con dignidad. Cabe destacar que en japonés hara-kiri no se usa comúnmente, ya que tal término es considerado vulgar y grotesco). El término que se utiliza es Seppuku.
El Seppuku era una práctica común entre los samuráis, pero a la que sólo se podía recurrir en determinadas circunstancias perfectamente prescritas: vengar a los amigos, pagar un crimen o evitar el deshonor, entre otras. Era un modo de acabar con la vida de manera honrosa. De igual manera que los antiguos griegos, su ideal consistía en «vivir bellamente y morir de manera hermosa». De ahí la adopción del capullo de cerezo como emblema del samurái: es bello y efímero.
En la película, un samurái, de nombre Hanshiro, pide llevar a cabo ese suicidio ritual en la residencia del clan Li. Pero el líder del clan intenta hacerlo desistir de su idea contándole la trágica historia de un joven ronin, que tres meses antes había llegado a ese lugar con las mismas intenciones. En aquella ocasión, le ayudaron a practicar el sepukku, obligando al joven a suicidarse con una espada de bambú, puesto que había tenido que vender su espada de verdad (la posesión de mayor valor de un samurái) para mantener a su familia.
A pesar de la dureza de la historia que le relatan, Hanshiro insiste en practicar el suicidio ritual y pide el apoyo de tres asistentes. Pero llegado el momento, ninguno de los tres aparece. Curiosamente, fueron los mismos que ya participaron en el hara-kiri del joven ronin, con lo que el señor de la casa sospecha de las verdaderas intenciones del misterioso samurái. Unas intenciones que están relacionadas con el ronin fallecido, y que no tardarán mucho en revelarse.
En definitiva, la película es un relato crudo y doloroso dividido en tres actos perfectamente diferenciados. El primero, como introducción, nos narra la llegada de Hanshiro a la residencia del clan Li, donde predomina la intriga y la dureza de las acciones. El segundo constituye la parte central del film, en la que se profundiza en la vida de Hanshiro y sus seres queridos. Finalmente, el tercer acto es el desenlace, donde se nos presenta la figura del samurái como un guerrero dispuesto a luchar por sus ideales, defender sus creencias y entregar su vida si fuese necesario.