“¡No es fácil, pequeña ardilla!” da respuestas al duro trance por el que deben pasar algunos niños y niñas cuando, por desgracia, pierden a un familiar cercano.
En el cuento de Rosa Osuna, la protagonista de este trance es una ardilla roja que busca consuelo tras la muerte de su madre. Acompañada de dos personajes adultos, su padre y un búho, la ardilla experimentará las distintas etapas del duelo. Lo hará compartiendo emociones y sentimientos, especialmente con su padre, buscando ambos sanar las heridas que ha dejado la pérdida de su familiar querido.
De esta forma, la pequeña ardilla asumirá el duelo (“La ardilla roja estaba muy triste. Sentía una pena muy honda…”), aceptará la pérdida (“No sabía por qué, pero sentía que su madre estaba cerca”) y valorará el recuerdo (“¡Mira! ¡La estrella de mamá!”). Esta evolución emocional le permitirá, pese a no saber cómo, seguir cerca de su madre.