Roberto Parmenggiani adapta de manera maravillosa el cuento de “La bella durmiente”. Sin embargo, en su historia la protagonista es una abuela, cuyo nieto espera a que la besen para que vuelva a despertar después de un mes dormida.
Mientras espera, el pequeño recuerda lo que hacía con su abuela antes que ésta se durmiera: la abuela cocinaba, leía y contaba cuentos. También recuerda que empezó a hacer cosas extrañas, como arrancar flores para preparar sopa o preguntarle a escondidas si quería ir con ella a la Luna.
“La abuela durmiente” es un cuento hermoso, sensible y tierno que, en clave metafórica, ofrece respuestas a los más pequeños ante la enfermedad (el Alzheimer, en este caso) o la muerte. Es también un homenaje a las abuelas y abuelos, y a los nietos y nietas. Es una historia que habla del cariño mutuo, de cómo los abuelos cuidan a lo nietos, y viceversa.