El documental “Para siempre” aborda el poder y la vitalidad del arte, y se centra en un lugar donde el amor y la muerte van mano a mano, donde la belleza vive para siempre: el cementerio de Père-Lachaise, en Paris.
El cementerio de Père-Lachaise es el lugar de descanso eterno de numerosos artistas excepcionales, de diferentes épocas y lugares del planeta. A algunos, como Piaf, Proust, Jim Morrison y Chopin, se les sigue venerando hoy en día. Otros, sin embargo, han caído en el olvido o reciben únicamente la visita aislada de algún admirador.
En este cementerio se palpa la belleza misteriosa, tranquilizante y consoladora de un lugar único. Son muchos los que vienen a recordar a sus seres queridos (esposos y esposas, familiares, amigos…). Otros rinden homenaje a artistas a los que admiran, dejándoles una nota personal o una flor… También mujeres anónimas visitan diariamente el cementerio, para limpiar y regar las flores de tumbas también anónimas.
Mientras algunos admiradores comparten la importancia que el arte y la belleza tienen en sus vidas, otros muestran su dolor por la pérdida de los que han partido. Es de este modo que el cementerio se nos revela no sólo como un lugar para el descanso eterno de los muertos, sino también como un manantial de paz e inspiración para los vivos.
“Para siempre” nos habla de lo que une el arte y la vida de un modo inextricable. El documental constituye un precioso homenaje a todos aquellos artistas que nos ayudaron a desarrollar nuestra apreciación por la belleza.
“Para siempre” también nos invita a reflexionar sobre la manera de enterrar a los muertos en nuestra cultura a través del tiempo y también en otras culturas, nos acerca las costumbres funerarias y los ritos, entre otros aspectos.